Adoptar a un/a niño/a es un proceso muy complejo, duro y exigente. Son niños/as que habitualmente han sufrido situaciones difíciles y privaciones que dejan secuelas, en muchos casos de por vida.
Adoptar exige a los padres y madres una gran preparación psicológica pero, aun teniéndola, es prácticamente inevitable que en los años venideros tengan que enfrentarse a situaciones complicadas, especialmente cuando el hijo o la hija llegan a la adolescencia.
La terapia post-adoptiva es de enorme ayuda para afrontar con éxito esa etapa, ya de por sí dura, y más en un/a joven que no es hijo/a biológico/a.
En las sesiones preparamos a los padres y madres para saber reaccionar de forma adecuada cuando surjan estos desafíos. Si el conflicto ya existe, la terapia ayuda a afrontarlo y tratar de resolverlo.
Educar a tu hijo/a adoptivo/a es un camino lleno de retos, prepárate para superarlos.
Si estás pensando en adoptar, consulta este artículo de nuestro blog: Pautas antes de ir a buscar al niño a su país. La preadopción.